Hoy lo dedicamos a preparar la visita didáctica del próximo jueves, día 3 de mayo, a Candás y, como teníamos previsto, a desarrollar el tema sobre algunos pintores más representativos del Barroco español. Pero quiero destacar la participación de los asistentes, que dedicamos en la introducción a avisos o efemérides.
Coses entrañables desde el Aula Cultural
Hoy, 30 de abril, recordábamos que se celebraba la “Selmana de les Lletres” y, el próximo domingo, el “Día de la Madre”.
En algunas ocasiones al que se comunica con este blog le ocurre que necesita releer o revisar algún párrafo, escena o poesía para su mejor aprehensión. Esta necesidad y sensación experimenté, cuando estaba escuchando la declamación, que Otilia (Oty) nos reproducía, de una entrañable poesía en asturianu de nuestro Aurelio Ovies sobre su madre, de las muchas que le dedicó, y que le pediré me deje.
Luego María nos transmitió lo que ella denominó “Pequeño relato” y que os transcribo:
´Siempre que puedo, asisto al aula. El pasado lunes fue extraordinario. Siempre solemos empezar con alguna participación de los asistentes y, “esperando a Chema”, como lo denomina la que dirige el Aula, una colaboradora leyó una poesía con un mensaje de los hombres de la mar y de las mujeres, que sufrían por estar casi siempre solas, esperando por la pesca, unas veces con suerte y otras regular ¡Tenían un mérito extraordinario!
En aquellos tiempos, que no eran muy agradables, todas trabajábamos, pero a mí personalmente me sigue sorprendiendo cómo en un día podían hacer tanto: arreglar la casa, atender a los niños, coser redes, hacer la venta del pescado, y estar con el alma en vilo, hasta que sus maridos llegaban en paz y con aquella pesca, que era el pan de cada día.
Este relato no tiene importancia, pero esas personas, aunque muchas ya no están entre nosotros, merecen un especial recuerdo, premio y homenaje de lo más entrañable`.
